«El video institucional ha muerto». Parece una frase un poco suicida para encontrarla en el blog de una productora audiovisual en Perú que debería tenerlo como producto estrella. Vamos a ver porqué es decimos esto.
Un poco de historia
Hagamos un poco de historia. El video institucional nace en los años 80 cuando aparece el Betamax y el VHS. En ese momento, las empresas en oficinas y en ferias podían mostrar a sus clientes o visitantes videos sobre la historia de su empresa, su visión y sus productos. Aquellos videos duraban 10 a 15 minutos y la gente los veía, no tenían otra opción, estaban sentados en una sala de reuniones. No podían cambiar de canal o saltar a otro video. Y, lo más importante, en esos años, los espectadores tenían un lapso de atención mayor y disponían de más tiempo.
El presente
Hoy, casi 40 años después, las cosas han cambiado. En la segunda década del siglo XXI, tu video institucional puede estar disponible para todo el mundo, literalmente, ya que lo puedes colgar en tu página web o en el canal de Youtube de tu empresa o institución. Sin embargo, la oferta de videos es enorme y el lapso de atención de las personas es cortísimo.
Este escenario hace que, a pesar de que tenemos la mejor plataforma a nuestra disposición y que la visualización de videos crece como la espuma, los videos institucionales no son los menos vistos. ¿Por qué? Porque los siguen haciendo como en los años 80s, quizás más cortos y, seguro, que con mejor tecnología, pero en el fondo es el mismo video de los años 80 publicado en las plataformas de la tercera década del siglo XXI. Así, el video institucional de hoy sigue recapitulando la historia de la empresa, sus inicios, sus logros, nos cuenta retóricamente la visión y misión de la empresa mientras vemos imágenes de trabajadores y recorremos sus instalaciones.
Ese es el video institucional que ha muerto.
Entonces, ¿cuál es el video que necesitas hoy para llegar tu público objetivo?
Te lo contamos en el próximo post de nuestro blog.